Los médicos domiciliarios están equipados para realizar evaluaciones médicas, diagnosticar enfermedades, administrar tratamientos y recetar medicamentos, todo ello en el entorno familiar del paciente. Esta modalidad de atención resulta especialmente beneficiosa para aquellos con movilidad reducida o pacientes crónicos. Con el servicio de médico domiciliario, se busca optimizar la calidad de vida de los pacientes al brindarles una atención médica integral y accesible.

El enfoque de enfermería profesional en la atención domiciliaria se centra en proporcionar cuidados holísticos, abordando no solo las necesidades físicas del paciente, sino también aspectos emocionales y sociales. Se promueve la autonomía y participación activa del paciente en su propio cuidado. Además, implica una colaboración efectiva con otros profesionales de la salud para garantizar una atención integral y coordinada.

Este servicio es crucial para garantizar una atención de calidad y personalizada en el entorno del paciente que lo requiera. A lo largo de esta iniciativa, se abordarán las necesidades específicas de cada individuo, fomentando la recuperación y mejorando la calidad de vida.

A través de este servicio se proporciona acompañamiento y apoyo profesional a los usuarios para abordar cuestiones emocionales, mentales y conductuales. A través de sesiones individuales o grupales, la psicóloga trabaja con los usuarios en los domicilios para comprender y superar desafíos psicológicos, mejorar el bienestar mental y promover el desarrollo personal.

El servicio de trabajo social se enfoca en proporcionar apoyo y orientación a individuos y comunidades, abordando una variedad de desafíos sociales y emocionales. El profesional en trabajo social trabaja colaborativamente con los pacientes para identificar y superar obstáculos, ofreciendo recursos y estrategias que promueven el bienestar social y emocional.